Autor: Nicolás Bal y Valeria Tsutsumi de TheEye
Ilustraciones: María Laura Conte Grand
Agosto de 2020, Buenos Aires
La hyperautomation (hiperautomatización) surge como un concepto en boga dentro de las empresas y en el mundo corporativo. No es casualidad que, en uno de sus reportes, la consultora Gartner la haya considerado en primer lugar dentro de las 10 principales tendencias tecnológicas estratégicas para 2020 que estimularán la transformación digital de las compañías.
Ahora bien, con la cabeza puesta en vender más como prioridad, ¿le ha pasado alguna vez que su empresa haya perdido el enfoque principal? ¿Acaso resulta posible alcanzar el éxito al automatizar todos los procesos de punta a punta? Llegó el momento de que reflexionemos…
Para 2024, gracias a la combinación de hiperautomatización, las empresas que rediseñen procesos operativos podrán reducir sus costos un
El camino hacia la hiperautomatización
La hiperautomatización es un medio de transformación digital que articula un conjunto de tecnologías, como la robotic process automation (RPA), machine learning (ML) y artificial intelligence (inteligencia artificial o AI, por sus siglas en inglés), que trabajan en armonía con el fin de automatizar procesos complejos. Así, se logra una selección óptima de las herramientas y tecnologías adecuadas que responden a las necesidades del negocio; y se establece el relacionamiento, la combinación y la coordinación de tales tecnologías entre sí.
Hasta este punto estamos todos de acuerdo. Ahora bien, nosotros creemos que la ambición por vender ha generado que muchas empresas perdieran su norte o se hayan desviado del camino apropiado. Algo muy distinto es la automatización end to end, sobre todo para procesos que ya funcionan dentro de las compañías, algunos con acciones manuales/críticas y workflows complejos; además de tener mucho impacto, aparecerán en el camino flows imprevistos de baja frecuencia que, cada mes, nos alejaran de esta falaz promesa.
¿Por qué falla la hiperautomatización?
En nuestros hogares o trabajos, en áreas como la medicina, la educación, o en industrias como la automotriz, la indumentaria o los juguetes, desde hace más de 50 años el software se ha vuelto omnipresente como resultado de una industria que fue evolucionando en complejidad, capacidad, alcance y forma de trabajo –ni hablar de lenguajes de programación y sistema operativos–. A la par, se gestaron criterios para que los proyectos tuvieran mayor valor y entrega rápida.
Ese fue el puntapié que, por la década de 1990, originó el movimiento o método de la “entrega continua” desde dentro la industria del software. El área de IT comenzó a crecer exponencialmente dentro de las empresas en medio de una crisis originada por dos motivos principales: la presión de los equipos para mejorar los procesos usando ERPs y la capacidad de IT para atender a todas las demandas. De este modo, se crearon proyectos faraónicos que demoraban casi tres años en implementar un resultado concreto para el negocio. ¡Demasiado tiempo, incluso para aquella época! Y, mientras tanto, las organizaciones sufrían cambios y tales proyectos se desestimaban.
El pedido imperioso de las industrias: la agilidad
Ante la demanda del mercado y de las empresas, los desarrolladores de software dieron vida a la popular metodología Agile, un conjunto de prácticas y métodos que se centran en entregas rápidas y frecuentes de soluciones parciales, que se pueden evaluar y utilizar para determinar los próximos pasos, también conocido como “evolutivos cortos”. Esto les permitió crear y responder al cambio para obtener éxito en un entorno incierto y que se modifica.
Las prácticas de Agile no se encuentran limitadas a las áreas de desarrollo de software, también resultan útiles para:
Hoy en día, cada desarrollo de software va por entregables en línea con el negocio –visión, necesidades y cambios–, y se construyen rápidamente, por ejemplo, cada 2 semanas (sprints). Así, el software pasa de verse como un todo a transformarse en una solución que se construye por partes, de forma dinámica y flexible. En ese sentido, Agile trasciende como metodología a cultura de pensamiento organizacional que existe en cada área de una empresa.
La satisfacción del cliente y del usuario (58%), valor del negocio (54%) y el tiempo de entrega (48%) son las principales métricas para evaluar el éxito de su transformación e impacto de las metodologías ágiles. Y si bien el citado reporte destaca que la razón más importante para adoptarlas es la de acelerar la entrega de software, los encuestados también opinaron que las metodologías ágiles los ayudó en: mejorar la capacidad para gestionar prioridades que cambian (70%); visibilidad del proyecto: 65%; alineación entre negocios e IT: 60%; velocidad de entrega/respuesta al mercado: 60%.
La cultura organizacional sigue siendo uno de los 5 principales desafíos en adoptar y escalar de forma Agile.
Puedes conocer más del Manifiesto Agile aquí y sus 12 principios aquí.
Si bien la automatización de procesos RPA ya tiene 8 años de vida, todavía continúa siendo una tecnología “nueva” para muchos estrategas empresariales. Y sabiendo que deviene de la industria del software, esto nos hace reflexionar: ¿por qué la hiperautomation vuelve a poner en agenda encarar automatizaciones de procesos end to end? ¿Acaso estamos repitiendo los errores cometidos antes de la década del 90?
Conoce más sobre la automatización de procesos
La respuesta es consistente: la automatización o hiperautomatización falla cuando se hace con un enfoque end to end para procesos, porque se está desligando de su “naturaleza madre”. Tras años de mejoras, la industria del desarrollo de software concluye que una de las formas más óptimas de avanzar es usando metodologías ágiles, dando pequeños pasos, solucionando las trabas más importantes con simplicidad para poder adaptarse.
Solo es posible automatizar un proceso end to end cuando es nuevo, y aconsejamos construirlo por partes. Según nuestra experiencia en los últimos tres años:
- El 86% de los proyectos que construimos por partes, mediante la metodología Agile, han dado resultados en menos de 6 meses.
- El 68% de los que se encararon end to end demoraron más de un año en ser implementados y al menos el 52% tardaron año y medio en mostrar resultados.
Cómo automatizar un proceso complejo
Jamás minimicemos la dificultad de entender cada una de las posibles direcciones que un proceso puede tomar. Desde TheEye Inc. recomendamos fehacientemente automatizar lo que denominamos “el ultra happy path”: un paso a paso, sin errores o desvíos para, más adelante, incorporar nuevos caminos con el objetivo de ser más eficientes y gestionar procesos de mayor complejidad. ¿Qué impacto trae aparejado? Poder construir una cultura de automatización de forma evolutiva y lograr lo más importante de cualquier negocio: resultados tangibles.
TheEye Inc. es una plataforma de Automatización Inteligente de Procesos IPA (RPA + IA) con tecnología propia y sede en Argentina. En este último año hemos ahorrado en tiempo y licencias a nuestros clientes en LATAM más de 1M USD. Estamos para hacer crecer su compañía.
Valorizamos el talento humano ♥ a través de la automatización de las tareas repetitivas.